Dificultades del Mercado


Cuando uno lee los artículos sobre el fenómeno de China, la competitividad de sus precios y las ventajas que presenta importar de China, se pregunta por qué en realidad pocos emprendedores lo hacen, al menos en los países hispanos. Parece lógico ir a China y hacerse rico.

Entonces, ¿Qué es lo que frena a las empresas de América Latina o de España a la hora de decidirse a importar de China?

Hay varios argumentos que suelen alegar los empresarios al respecto:

  •  Situación geográfica de China. Las distancias tanto desde España como desde América Latina son considerables, eso significa horas de vuelo, cambio de horario, cansancio, desembolso por el pasaje y alojamiento.
  • Escasos vuelos directos a China. En 2006 Air Plus Comet cancelaba el único vuelo directo desde España a China. Las escalas desde América Latina comúnmente son a través de Francia, USA o Holanda.
  • El sistema legal chino. Es poco transparente y muy «burocratizado», pocas normas están disponibles en inglés. Eso provoca que los inversores tengan reparo en confiar en la solvencia de contratos con los productores chinos.
  • Diferencias culturales. El protocolo de negocios chino es famoso por su formalidad e inflexibilidad. Los chinos son capaces de dejar escapar una oferta lucrativa si el socio extranjero no consigue infundirles confianza.
  • Barreras de comprensión. Todavía hoy en día en China habla inglés un porcentaje reducido de la población. Para moverse en taxi necesita llevar la dirección escrita en mandarín, de otra forma difícilmente llegará al destino. Hay empresarios chinos habituados al trato con los extranjeros, pero aun así, son pocos los que hablan inglés. Otra barrera son las diferencias de mentalidad occidental y oriental. Por esto nuestros profesionales hablan un perfecto Chino Mandarín para hacer de guías, traductores y asesores de negocios.
  • Los plazos. Negociar un contrato puede llevar mucho más tiempo de lo que acostumbramos ver en el Occidente. Las prisas no son vistas con buenos ojos por los chinos, puede ocurrir que tenga que volar no una sino varias veces a China para llegar a un acuerdo. Por esto para ahorrar problemas y dolores de cabeza confíe en el equipo de CMC.
  • Corrupción. A muchos niveles, también en lo que afecte a las relaciones comerciales. Aun salvados todos los obstáculos anteriores y firmado el contrato con proveedor, necesitará a alguien quien supervise el proceso de producción para lo que normalmente se contrata un supervisor de calidad. Por honrado que sea su proveedor, a veces las circunstancias como los plazos apretados o las maquinas obsoletas, impiden cumplir con la calidad acordada en el contrato. Entonces se soborna al supervisor de y le llega a Usted una mercancía a la que no puede dar salida por su pésima calidad.
  • El sistema jurídico ineficaz. Si le sucede el problema del caso anterior u otro caso de incumplimiento de contrato, o ha sido víctima de una estafa, le será realmente complicado conseguir una recompensa vía jurídico. Si no está seguro de tener bien atadas todas las cláusulas del contrato, denunciar le costará dinero y mucho tiempo, años de hecho, con escasos resultados. En caso de incumplimiento por parte del proveedor chino, es preferible llegar a un acuerdo particular.

Los problemas del mercado chino a la hora de comprar sus productos para importar, son reales y de peso. Sin embargo, los países como Alemania, Holanda, Rusia como tantos otros han salvado los obstáculos y están en el mercado chino desde hace años. Nadie dice que el camino a China será fácil. Pero las dificultades son perfectamente superables. Y cuanto más tardan los empresarios de España y de Latino américa en decidirse, más competencia por parte de los que llegaron primeros van a tener cuando finalmente estén en el mercado chino.